martes, 23 de junio de 2009

(vacío)

Todo lo que soy es vuestro.
Mi carne. Mis venas. Mis ojos
tristes, atentos, fugaces.

Todas mis palabras las creasteis vosotros.
Mi oscuridad, todos mis temblores,
os pertenecen.

Porque mis días nacen
y os buscan desconcertados.
Me habéis moldeado
con las yemas de los dedos,
a vuestro antojo, sin preguntar.

Os abrí todas mis puertas
y entrasteis poco a poco,
de puntillas, sin molestar.

Me dejé caer en vuestras manos,
sonriendo. Erais mi hogar.

Y ahora
Todo lo que tengo
es vuestro
(vacío).

No hay comentarios:

Publicar un comentario