martes, 25 de agosto de 2009

Tu momento del día

Sal. Sal de mí, como estas palabras.
Vete entre estas palabras mías,
Abandona mi sangre,como hiciste con
todo lo demás.

Déjame sola, rodeada de huellas.
Déjame que tirite por las paredes.
Déjame olvidarte poco a poco,
como esta mañana.

Y ya no hay estrellas que valgan,
ni poemas.

Nunca. No se te ocurra.

No vuelvas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario